“A estos hoy le metemos cuatro”. “Por fin un partido fácil”. Ese era el comentario del simpatizante tatengue antes que el partido comenzara. Fueron a ver una goleada; terminaron pidiendo la hora.
Italiano salió a bancar la parada lo mejor posible. Pudo haberlo empatado, como también perdido, por mayor diferencia. Pero más allá del resultado final, lo que se destaca es la actitud con la cual se jugó.
Desde el comienzo, Italiano salió decidido a no regalar nada. A no dejar espacios libres en el campo. Jugó con los dientes apretados. Presionando y exigiendo al rival. En algún momento del primer tiempo, se escuchó decir al público local: “Ellos juegan como una verdadera final”.
Unión tuvo la pelota la mayor parte del partido. Fue superior no caben dudas, pero le costó. Tuvo que sufrir para obtener el triunfo. No le sobró nada al equipo del “turco” Alí.
En los papeles previos, era previsible perder de visitante con Unión. Por que como institución, infraestructura y equipo es superior a Italiano. Pero se perdió ahí nomás. Por muy poquito.
“La hora referí”, “Termínalo de una vez”. Y pensar que habían ido a ver una goleada.
Bien Italiano. Por que más allá de no sumar, con lo extremadamente necesario que era, cuando se entrega todo lo que se tiene hay que retirarse con la frente alta, sabiendo que la realidad es muy dura y complicada pero no por haber perdido este encuentro en particular, sino por todo lo mal que se hizo en general.
Se termina el campeonato y solo se sumaron 6 puntos. Una vez, un gran tipo como mi viejo, Don Delio Calisi me dijo: “Hijo a los muertos se los cuenta frío, mientras el corazón late hay vida, hay esperanza”.
El corazón de Italiano sigue latiendo. Más allá de todas la derrotas. NO ESTAMOS MUERTOS TODAVIA!!
Gabriel Calisi
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