BRAVO ITALIANO
No era un partido más el del inicio del campeonato. Porque todo debut genera expectativa, ilusión, entusiasmo, y si las cosas resultan bien, la confianza es lo que invade. Pero además, Italiano volvía al Nacional después de 11 años de ausencia, y lo hacía de la mano de Cachín Blanco, el mayor responsable de este hermoso presente, quien con su presencia enaltece y prestigia a la institución.
El rival no era sencillo precisamente, si es que los hay en esta difícil categoría.
Porque Independiente Rivadavia de Mendoza, cuenta con uno de los presupuestos más altos, y se armó pensando en ascender, con un técnico experimentado como Fernando Quiroz y con jugadores de muy buen nivel.
Si ayer esto no se evidenció fue por la actitud, y el rendimiento de la mayoría de los jugadores, quienes estuvieron de sobremanera a la altura de lo que las circunstancias exigían. Justamente esa era la gran duda antes del inicio del encuentro: ¿Estará el campeón de la Primera B a la altura de lo que la nueva categoría demanda? Por lo visto, no solo lo está sino que le sobra paño. No nos olvidemos que Seba Gómez, Maxi Blanco y Ezequiel Molina por diferentes motivos observaron el partido desde la platea. Ellos dos son tan titulares como los que finalmente jugaron y brillaron.
Desde el principio Italiano dispuso del balón, la iniciativa y el campo de juego. El rival no cruzaba la mitad de cancha.
Sin embargo la primera situación favoreció a Independiente, a través de un tiro de media distancia de Pérez Tarifa bien resuelto por el debutante Pablo Lanz.
Hubo que esperar 8’ hasta la primera llegada que se produjo por intermedio de Ramiro López, quien sobre todo en el primer tiempo tuvo una tarea destacada.
En ese primer tiempo, lo mejor se observó por la izquierda del mediocampo. Con el buen juego desde los pies del negro Rodas, más el citado Ramiro López, Gustavo Britos, a quien no le peso ser la principal figura del equipo y las sucesivas subidas de Gastón Schmidt.
Justamente de esa manera se abrió el marcador. Una jugada sensacional por la precisión y la velocidad con la cual se desarrolló. La culminó el juvenil, ex Independiente, Alexis Blanco, quien la empujó a la red, pero la producción en la jugada fue fantástica. Iban 18’ e Italiano gritaba el primer gol en la divisional, iban 18’ tan solo y ya estábamos ganando. El resultado se ajustaba a la realidad de lo que se estaba observando.
Pero en esta categoría, si te equivocás la vas a buscar adentro. Por eso tan solo 8’ después, Independiente encontró el empate, tras un centro desde la derecha de Fileppi quien superó a Gastón Schmidt, y el derechazo inatajable de Oscar Negri.
Pero el Azzurro, ayer vestido de blanco, pareció no sentir el impacto y tres minutos después Britos, de penal, volvió a establecer diferencias.
El segundo tiempo, Cachín Blanco lo planteó de contraataque. Esperando y saliendo en velocidad. Pero el rival rara vez lo inquietó. De hecho cuando lo hizo fue más por errores propios que por virtud ajena.
El tercer gol, a los 42’, fue el broche de oro a una tarde soñada. Britos, imparable, dejó en el camino a tres rivales, tiró el centro desde la derecha y Ramiro López, no falló y la empujó al gol, desatando la fiesta con todos sus ingredientes: tranquilidad, optimismo, confianza y esperanza.
El Italiano de Cachín, se hizo fuerte de local. Arrancó con el pie derecho. No sintió el cambio de categoría, por lo menos en el primer partido.
Quedan solo 37 fechas, y muchas paradas bravas. Pero jugando así, los rivales comenzarán a considerar que los bravos también somos nosotros, y que el sueño de primera no tiene por que ser solo una utopía.
Gabriel Calisi
El pibe Alexis Blanco llegó como juvenil goleador de Independiente de Avellaneda y a los 18' PT. puso Sportivo Italiano 1-Independiente Rivadavia de Mendoza 0.
Gustavo Britos de penal está por convertir el 2-1 a los 29'PT.
El abrazo de Gustavo Britos y Alexis Blanco tras el 2-1, ambos convirtieron y jugaron muy bien. Fotos: Julieta Muzzupapa/ Alessandro Valloni
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